GROOMING: Cuando un adulto se hace pasar por otro persona (como un menor de edad o un artista) en redes sociales e internet para entablar una amistad con un menor de edad y luego acosarlo con propuestas sexuales. Está relacionado con la pederastia y la pornografía infantil en internet.
Conoce sus etapas
Buscando a la victima: En las salas de chat, redes sociales y foros, el acosador busca a su victima teniendo en cuenta factores como: vulnerabilidad, necesidad emocional, poca autoestima, soledad, y poca atención de los padres.
Enganche: Con el fin de estrechar los lazos de amistad, le pregunta por sus gustos e inquietudes para así adaptarse a ellos, ganar su confianza y tener más cosas en común. "Tenemos muchos gustos en común, ¡creo que podremos ser los mejores amigos!"
Fidelización: El acosador se muestra como alguien amable, interesante y con muchas afinidades con el niño, así fortalece su supuesta relación de amistad.
Aislamiento: Al ser amigos y confidentes, el acosador crea distancia entre los niños y sus padres, y los niños y sus amigos, de ésta forma se convierte en la persona más cercaba a ellos. "¿Tu amigo te dijo eso? No lo puedo creer, un verdadero amigo no dice esta clase de cosas. Yo soy tu amigo de verdad, jamás diría algo por el estilo."
Seducción:Para lograr que el niño/a haga lo que le pide, el acosador recurre a halagos, obsequios y mucha atención, en ocasiones también genera en el niño sentimiento de deuda. "Yo tengo dos de esos juegos. Si me das una foto tuya podría enviarte uno por correo".
Acoso: Al estar tan cerca de su objetivo, el acosador se concentra en alcanzarlo, por ello es posible que se muestre tal cual es y recurra a amenazas, chantaje, sextorsiones y manipulaciones.
Tips para evitar el grooming
Ubica el computador en un lugar transitado de la casa. Esto te permitirá observar las actividades de los niños cuando están en línea.
Habla con los niños de los peligros de encontrarse con amigos virtuales, sin tu compañía ni consentimiento.
Recuérdales que existe la posibilidad de que la persona con quien chatea, no sea quien dice ser.
Controla el uso de la cámara web, escaner y cámara del teléfono celular. Habla con ellos de la importancia de su uso responsable.
Supervisa la información y fotos que publican los niños en redes sociales y chats. No les prohíbas: guiarlos sobre qué material pueden compartir.
Háblales de los riesgos en Internet y las recomendaciones para no caer en ellos.
Establece una relación de confianza con los niños para que recurran a ti en caso de situaciones de riesgo.
Guarda cualquier tipo de información que sirva como evidencia en una denuncia: pantallazos, copia de chats o correos enviados, entre otros.
Invítalos a bloquear, hablar y denunciar a cualquier persona o situación que encuentren incómoda mientras navegan.